jueves, 29 de noviembre de 2007

LA HISTORIA DEL LAPIZ

En todas las culturas del mundo, el hombre impartió su sabiduría teniendo una base firme, sus ideas estaban proyectadas al futuro y no al presente, por esta razón nos tenemos que remontar a cada una de las edades con su diferente forma de vida incluida su religión, política, convivencia o familia. Si pudiéramos desglosar cada una de sus enseñanzas partiríamos de un punto muy importante que sus descendientes seguirían los métodos de sobrevivencia en la universidad de la vida y la naturaleza como sus mejores maestros. Hasta en las tribus más remotas, los mayores enseñaban a sus pequeños la forma de cazar, pescar y a estar muy unidos a cada árbol como si en ello le fuera la vida. Los tuareg del desierto como nómadas fueron enseñando de generación en generación la forma de vida tan dura en el desierto… Y así llegamos a nuestros días, donde la inteligencia esta mas desarrollada, donde se han dado pasos muy grandes en los campos de la ciencia, medicina, informática, cultura, etc…, pero la evolución del hombre esta estancada aunque sus métodos de enseñanza están modernizados no se encaminan hacia una base importante y primordial que son los niños. Baluarte muy importante para un futuro mejor, mentalizar a las grandes áreas de enseñanza con sus mandatarios a la cabeza para que sean capaces de que vean la naturaleza fuera de cuatro paredes, del televisor, consola y demás aparatos electrónicos.


El maestro les dijo a los niños:
-Hoy voy a escribir sobre vosotros y quiero que sepáis que mas importante que las palabras es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que fuerais como el cuando seáis mayores.
Los niños miraron al lápiz y no vieron nada especial, se decían los unos a los otros que no tenia nada de especial, que era igual a todos los que habían visto en sus vidas.

Todo depende de cómo miréis las cosas. Hay cinco cualidades en el, si conseguís conservarlas os harán siempre personas en paz con el mundo:
Primera cualidad: podéis hacer grandes cosas pero no debéis olvidar nunca que existe una mano que guiara vuestros pasos, a esa mano la llamamos Dios y este debe conduciros siempre en la dirección de su voluntad.
Segunda cualidad del lapiz: de vez en cuando necesito dejar de escribir y usar el sacapuntas. Con ese acto el lápiz sufre un poco pero al final esta mas afilado, por tanto tenéis que saber soportar algunos dolores y sufrimientos porque os harán ser mejores personas y mas fuertes.
Tercera cualidad: el lápiz siempre os permitirá que uséis una goma de borrar para que borréis los errores. Debéis entender que corregir una cosa que hemos hecho no es necesariamente algo malo, si no algo importante para mantenernos en el camino de la justicia.
Cuarta cualidad: lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que lleva dentro. Por lo tanto cuidar siempre lo que ocurra dentro de vosotros.
Quinta cualidad: Siempre deja una marca, del mismo modo tenéis que saber que todo lo que hagáis en la vida dejara huella, por lo tanto deberéis de ser conscientes de todas vuestras acciones.
Sexta cualidad: Se la dedicaremos a los adultos para que vean a la tierra como a ellos mismos y a si la cuiden y verán los ríos como sus venas cuidando que lleven la sangre limpia. Los arboles o bosques como sus pulmones para que respiren aire puro y sus paisajes intactos herencia para los que vienen detrás.

EL VAGABUNDO Y LA ROSA


Todos somos vagabundos de diferente manera, pero al final hay una igual para todos y es que desde que nacemos vamos buscando algo, para el vagabundo de la calle quizás es más difícil esa búsqueda; necesita esa limosna para la subsistencia o un lugar para pasar la noche.
Es el vagabundo de uno mismo el que busca los caminos de la mente al corazón y pasa su niñez, su pubertad, juventud y vejez sin haberlos encontrado porque cada vez buscamos mas por fuera sin comprender que toda la sabiduría y entendimiento esta dentro de nosotros mismos.
Luego esta el vagabundo que hemos visto en todas las ciudades del mundo, son aquellos que no comprendemos y nos preguntamos porque se alejaron de sus familias y de la sociedad, muchas veces son criticados sin piedad porque nosotros tenemos una mejor posición y nos creemos mejor que ellos pero nunca jamos nos hemos preguntado porque. Si por una vez nos quitamos las caretas de hipócritas quizá nos arrojaría una luz a nuestra mente. Pensar siempre quienes fueron y quien son ahora, todos tenemos una forma de vivir que muchas veces son muy diferentes como habíamos pensado, ya que se conjuga una serie de circunstancias bien sean laborales, familiares o de orden del destino. Esta clase son como esa última hoja que se aferra al árbol desnudo al final del otoño y que no quiere correr la misma suerte que sus hermanas; ser barridos por esa brisa matutina. A si se aferran ellos a la vida como esa hoja del árbol, pero ese aferramiento los bloquean tanto que los caminos para ellos eran fáciles con su familia y trabajo, se les complica y pasan de una comodidad a ir de un lado a otro sin rumbo fijo.
En tercer lugar esta el vagabundo de la mente, este es un privilegiado porque puede coger los caminos que mas le interesan y si no le gusta puede cambiarlo por otro ya que sus caminos están basados en su pensamiento, de esta forma un día estamos aquí y otro allí y no se tiene que preocupar de nada porque lo tiene todo o así lo cree.
Un día va caminando por los caminos de sus pensamientos y encuentra un jardín vallado y la curiosidad le hace mirar hacia dentro y ve que solamente hay una única pero maravillosa rosa, desde lejos ve su gran belleza pero comprende que es imposible acercarse a ella, piensa que tendrá su dueño y se conforma con verla a través de la valla. Así fue pasando el tiempo, y un día que pasaba con su mente por el jardín vio una puerta abierta, el corazón se le disparo entre el miedo y la sorpresa pero nuevamente pudo mas el corazón que la mente y entro, cuando se acerco a ella comprobó que era mucho mas bonita que de lejos, la cogió entre sus manos, se sentó a su lado y jamás el vagabundo de la mente se alejo del jardín de sus pensamientos.
Todos los vagabundos sean del interior, de la vida, o del pensamiento en algún momento tienen una gran alegría o recompensa. Seamos vagabundos de nosotros mismos y no darle tanta importancia a lo material.