viernes, 20 de abril de 2007

RELATOS AL VIENTO III

El día 5 de junio a la 13,30 del medio día llegaban al pueblo, para sorpresa de todos, un equipo de buzos compuestos por cuatro hombres y una mujer preguntando a unos y a otros por Tomas, eran todos personas corpulentas y por su forma de hablar parecían muy experimentados y profesionales. Todos se dirigían a la mujer sin duda era la líder del equipo, se veía muy suelta y con una personalidad arrolladora.
Unos vecinos llevaron al equipo a ver a Tomas, este se puso muy contento ya que por fin cumpliría la promesa que le hizo a Pedro. Les invitó a pasar y sentarse, había dispuesto un despacho para los asuntos importantes y este era uno de ellos. Después de las presentaciones y preliminares llegaron al asunto monetario, que, después de unos recortes y sanear algunas dudas la jefe del equipo no dudo en sellar el acuerdo. Se la veía muy entusiasmada, quizás mas que al propio Tomas, no dándole más importancia, pensando que al ser tan joven derrochaba mucha energía. Quedaron el próximo lunes para empezar los primeros trabajos; la localización exacta del hundimiento de la embarcación.
La joven le paso una nota a Tomas con todo el equipo que les hacia falta, empezando por un barco y una persona que conociera bien esas aguas. Sin pensarlo, Tomas ofreció su barco: el “esperanza del mar”, mando llamar a Juan explicándole su deseo que fuera el quien guiara al equipo de buzos en su misión.
Juan recibió la noticia con mucho entusiasmo y aceptando sin dudar el ofrecimiento de Tomas. Estaba muy cambiado y le explico a Tomas que se sentía con muchas ganas de vivir desde que le conoció en el restaurante de Maria ya que le cambio la vida.
- Al poner “la casa del pescador” junto al negocio de Maria nuestra relación nuestra relación ha ido reforzándose hasta el punto y después de pensarlo mucho, le he pedido que se case conmigo. Me dijo que quería pensarlo y hoy mismo me ha dicho que si. Gran parte de esta felicidad te la debo a ti, amigo Tomas.

El lunes a primera hora se veía el puerto mas concurrido que nunca, entre curiosos, trabajadores y el equipo de buzos guiados por Juan, los llevo hasta el barco, cargaron el equipo y partieron hacia el lugar que Juan les indico. Después de varias horas navegando llegaron al lugar del hundimiento. Eran verdaderos profesionales ya que en menos de media hora ya se encontraban en el agua sumergidos, la joven en cubierta dirigía todos los movimientos. A los poco minutos los cuatro buzos volvieron a la superficie un poco molestos ya que en la mediciones la profundidad resultaba ser el doble de lo que pensaban, resultando inútiles los equipos de los que disponían. La joven hablo con Juan y decidieron volver a tierra, cuando llegaron Tomas les esperaba un poco extrañado. Después de explicarle lo ocurrido, como siempre su paz y tranquilidad contagio a todos pasando de un gran problema a un problema de fácil solución. La joven le comunico a Tomas que iba a necesitar un equipo de mayor profundidad, se pusieron a realizar todas las gestiones para conseguir el equipo demandado, este tardaría al menos dos o tres días en llegar, problema resulto.
Conversando con la joven le sorprendió la pregunta que esta le hizo, ya que le hizo mención de la calita, que lo había oído entre los marineros del puerto.
Tomas respiro hondo y con esa tranquilidad que le caracterizaba le detallo todo el amor que sus familiares y el mismo sentía por ese pequeño rincón. Viendo el interés que despertó en la joven la invito a que la conociera para que ella misma valorara lo que Tomas intentaba de transmitirle. Quedaron al día siguiente por la mañana temprano, para después del paseo almorzar en casa de Maria y así poder enseñarle también “ la casa del pescador”.
Cuando el sol empezaba a despuntar e iluminar los tejados del pueblo, se encontraron los dos jóvenes comenzando la bajada hacia la calita. Tomas observaba a la joven que no perdía detalle de nada, cuando llegaron, la sorpresa fue mayúscula, la luz de los rayos del sol se entrelazaban con la fina arena formando mosaicos y dibujos, es un rincón lleno de luz y energía.
La joven no dijo nada, pero Tomas se dio cuenta que había algo que no acababa de gustarle, incluso el saludo a Maria fue frió muy distinto a tomas que se abrazó a ello como si fuera su madre. Conversaron brevemente, ella le preguntó por la joven, pero antes que Tomas respondiera le hizo un guiño, comentando que Juan se lo había explicado todo.
Cuando acabaron de comer, mas bien picar algo, ya que la joven apenas se acabo el primer plato, lo achacó nerviosismo que sentía por el fracaso del primer intento de reflotar el barco. Tomas quiso tranquilizarla y le comento si quería visitar “la casa del pescador”, ella le dijo que si con un leve movimiento de cabeza. Antes de entrar la inquietud embargo a Tomas y fue tal que sin pensarlo le dijo a la joven:
- Puedes decirme tu nombre completo?
-Si, Amparo Ruiz Tejedor.
No hubo más palabras, recorrieron todas las dependencias quedando Amparo muy sorprendida por su luz, limpieza y orden. Se despidieron no sin antes comentar la joven que haría lo imposible para que cuanto antes estuviera el equipo en el pueblo, no hubo mas palabras pero Tomas seguía un poco preocupado, y así es como lo encontró Isabelita, preguntándole esta última si algo iba mal. Tomas se alegro mucho de verla, ya que últimamente se había convertido en su confidente y amiga. Le contó lo que le preocupaba, Isabelita lo escuchaba con atención, a medida que Tomas iba hablando se despertó ese instinto que solamente tienen las mujeres y una alarma crecía en ella con cada palabra de Tomas, esta fue la razón que le dio fuerza para decirle a su amigo que empleará las enseñanzas de las técnicas de comunicación para poder saber de ella.
Una vez mas las palabras y consejos de su amiga le habían hecho verlo todo con mas claridad. Quedaron para ir juntos hacia la oficina de telégrafos poniendo Tomas las señas: nombre completo de la joven y los datos de los que disponía, le pidió al empleado la máxima confidencialidad posible con este tema.

Los dos jóvenes siempre que estaban juntos se les veía muy felices, esto suscitaba mas de un comentario, algunos de estos habían llegado a sus oídos y mas bromas hacían para que los demás tuvieran motivos de charla. Acordaron reunirse con Felipe para ir los tres juntos a visitar a Pedro e informarle de cómo iba todo lo referente al reflotaje del barco. Cuando llegaron vieron a Pedro en un estado lamentable, al verlos aun tuvo fuerzas para levantarse y ponerse en actitud de escuchar las noticias de los trabajos. Su cara era un poema y al ir tranquilizándose les dijo a los jóvenes que el próximo día que intenten reflotar el barco, sacaría fuerzas de flaqueza para estar presente. Así quedaron, deseándole una pronta recuperación. Sorprendido se marcharon los tres jóvenes del cambio tan grande que había dado ese hombre.
De camino hacia el ayuntamiento vieron a Amparo hablando con varios contratistas, por los gestos que hacían se les veía muy entusiasmados, tenia que ser algo importante, ya que no repararon en los tres jóvenes que pasaron casi rozándose con ellos. Nuevamente volvió la preocupación viendo con la clase de hombres que hablaba la joven, a estos no se les adjudico ninguno de los proyectos por la falta de escrúpulos, no dijo nada a sus amigos pero a Felipe no le paso desapercibido el gesto de Tomas que tampoco dijo nada.
Despacharon el orden del día parándose en el punto mas importante, algo que venia debatiéndole desde hace algún tiempo y hoy por fin se iba a llevar a cabo; la aprobación de una paga a las viudas de los pescadores.
Al día siguiente, Tomas recibió la contestación de los informes que había pedido, se quedo helado porque su preocupación no fue en vano. Amparo era la hija de un poderoso constructor que tenía fama de conseguir todo lo que se proponía, había arruinado a muchas familias y lo más importante; había destrozado muchos kilómetros de playas y bosques para construir viviendas. Aunque su hija no participaba en los destrozos de su padre, también era culpable porque aprovechaba el puesto que tenía para alertar a su padre de las posibles “presas”. Eso fue la percepción que sintió Tomas al subir de “su” calita, además de un dolor en el alma, ya que se estaba aprovechando de su buena fe. Sin pensarlo llamo a Isabelita contándole todo lo referente a Amparo y su padre, ella le dijo que era lo que temía, y Tomas con lagrimas en los ojos y los sentimientos desbordados le dijo que temía por la “calita” que vio en los ojos de Amparo el negocio y convertirla en un sitio residencial y turístico.
Isabelita para tranquilizarlo le dijo que eso nunca lo iban a consentir y que no estuviera preocupado por el momento ya que hasta que no sacaran el barco del fondo, Amparo no daría ningún paso en falso.
El 10 de junio llegaron al pueblo los equipos de mas profundidad y con ellos varios hombres, había uno en particular que llamaba la atención porque todos obedecían sus ordenes sin mediar palabra, y en particular a Juan llamo la atención la familiaridad que tenia con Amparo, comentándole finalmente que se trataba de su padre.
Sabiendo lo que pasaba informo a Tomas que se presento de inmediato con Felipe e Isabelita, al verlos llegar Amparo se adelantó y les presento a su padre, fue un saludo frío porque había en sus palabras algo que molestaba, hablaba como si diera órdenes de inmediato. Se dirigió a Tomas ignorando a sus amigos, comentándole que tenia muchas ganas de conocerlo puesto que le habían hablado mucho y bien de el. Estos elogios no le hicieron bajar la guardia que conforme pasaba el tiempo mas ganas tenia de decirle a la cara lo que pensaba, pero guardo su compostura a la espera de que ellos dieran el primer paso.
Pedro se presento con un aspecto que no podía disimular sus fuertes dolores de artritis, pero cumplió su palabra de estar presente cuando reflotaran el barco de su hijo y más aun su cuerpo. De inmediato empezaron a cargar todos los equipos en el “esperanza del mar”, al poco tiempo zarpo de puerto esperando que esta vez fuera la definitiva, por supuesto el mas interesado era Pedro.
Poco a poco el sol iba dejando paso a las primeras sombras del atardecer y se dio la voz que el barco hundido estaba siendo remolcado hacia el puerto, fue todo tan rápido que no dio tiempo ni de tocar las campanas, daba igual, todo el pueblo estaba en el puerto al lado de las máximas autoridades, es decir, Tomas, Isabelita y Felipe, dando vueltas sin parar muy nervioso estaba Pedro, miraba sin cesar mas allá del puerto, hasta donde le alcanzaba la vista. Había un silencia solamente roto por el graznido de las gaviotas, era un acontecimiento único que no pasaba desapercibido ya que jamás había ocurrido nada parecido en el pueblo. De pronto los barcos empezaron a tocar las bocinas y todos los presentes miraban a la entrada del puerto se acercaba el “esperanza del mar” remolcando al barco reflotado. Al atracar en puerto el primero en recibir todos los pormenores de la operación fue Tomas en palabras de Juan. Se encontró el cadáver del hijo de Pedro muy deteriorado, pero por fin se le iba a dar sepultura y que su cuerpo descanse en paz. Tomas se acerco a Pedro y le comunico todo lo que Juan le había dicho, comentándole si quería ver el cuerpo de su hijo, Pedro asintió con la cabeza y con lagrimas en los ojos se dirigió donde se encontraba el cuerpo. Se hizo tal silencio que hasta la gaviotas respetaron el encuentro del padre con su hijo, fueron unos instantes muy tristes, hasta esos hombres rudos agachaban la cabeza y a mas de uno se le vio con lagrimas en los ojos.
Pedro se quedo muy impresionado porque su hijo no creía en nada pero en una de sus manos huesudas había una cruz que era de su madre desaparecida. Se decretó dos días de luto, por fin descansaría el hijo al lado de su madre.
Pedro se abrazó a Tomas dándole las gracias y ofreciéndose a colaborar con el en todas la mejoras del pueblo.
Cuando al tercer día se desato la tormenta que tanto temían los dos jóvenes, el padre de Amparo acompañado de unos abogados, abordaron a Tomas exigiéndole que si en el plazo de dos días no entregaba los documentos que acreditará ser dueño de la calita procederían a construir viviendas de lujo y hoteles para turistas. En el primer momento Tomas se quedo mudo y no sabia que responder y mas viendo esa sonrisa de maldad de Amparo, el joven les dio la espalda sin contestar nada pero sabia que la amenaza no era ningún farol, con esta nueva y grave preocupación caminaba el joven por la calle sin rumbo encontrándose con Isabelita, muy agobiado le contó lo sucedido, la joven se puso muy furiosa, pero en la vida si nos tranquilizamos seguro que podemos ver mas caminos alternativos que nos lleven a la solución del problema. Isabelita se tranquilizo y como siempre leído una buena solución a Tomas:
- Si tu familia tenia tanta pasión por la calita y te la confiaron a ti, seguro que como personas inteligentes que eran previnieron todo esto y mas con la cantidad de gente que hay sin escrúpulos, sin creer en los sentimientos de los demás y lo único que les ciega es el dinero.
Tomas mirando a Isabelita fijamente:
- Una vez me hablaste de un viejo amigo pescador que te hablaba como un maestro y con el cual aprendiste muchas cosas, a sentirte querida, con confianza y seguridad. Lo que voy a decirte quizás te parezca una tontería pero cuando te miro me pareces una persona tan diferente y te aseguro que en mi vida y en mis viajes he conocido a mucha gente. Hoy y ahora quiero que cierres los ojos y pienses en tu amigo, espero que mis palabras no las tomes a broma ni te burles de mi.
Isabelita lo miro mas seria que nunca, casi molesta le dijo que ella nunca se había tomado a broma nada que el le dijera.
- Es mas, cuando me encuentro mal pienso en el y es como si todo lo viera diferente, me encuentro mas fuerte y segura para afrontar los retos o los problemas. No hay mejor remedio que sentirse querida. Aunque los problemas o males tarden un poco en resolverse, si no luchamos los milagros no existen. Lastima que no este físicamente pero estará siempre en mi corazón.
Tomas se quedo con la boca abierta escuchando las palabras de Isabelita mas cuando la vio con los ojos cerrados sin moverse, no le dijo nada respetando su silencio, así pasaron unos minutos y de pronto la joven abrió los ojos y le dijo a su amigo que fueran a la cabaña de su abuelo. Se dirigieron hacia ella sin hablar, al llegar a la puerta pasaron dentro y la joven se acerco a un viejo cajón, sin reparar en la cara de sorpresa de su amigo busco hasta que de pronto saco un sobre grande de su interior, su cara era como una luz, en el sobre habían unos documentos, mas bien un testamento oficial en el cual
la calita era propiedad de la familia y pasaba de generación de generación. Al darle esos documentos a Tomas, este le dijo que le diera las gracias a su viejo el pescador. Se abrazo a la joven sellando aun mas su amistad, que poco a poco parecía que se iban convirtiendo en destellos de amor. Al bajar hacia el pueblo los dos agarrados se sentían tan felices que no les importaban las miradas de la gente del pueblo, ni tampoco lo que decían las mujeres mas ancianas; que pronto las campanas de la iglesia llamarían a boda.
Al día siguiente, sin perder tiempo, busco a Amparo y a su padre, estaban todos celebrando la victoria y repartiéndose los beneficios, quizás antes de tiempo. Estaban en el restaurante de Maria, había mucha gente para ser tan temprano, entre ellos Juan y Pedro. Cuando vieron al joven se acercaron a el pero algo les hizo pararse en seco; era su cara, estaba rígido, se acerco a la mesa de estos miserables y sacando el sobre con los documentos se los mostró al padre de Amparo, este conforme iba leyendo se iba poniendo cada vez mas rojo, cuando acabo no podía articular palabra. Este fue el detonante que encendió aun mas la ira de Tomas, lo agarro por la solapa de la chaqueta y lo levanto como una pluma, los que estaban con el quisieron ayudarle pero en ese mismo instante los dos amigos de Tomas se acercaron, Juan estaba mas tranquilo pero Pedro tenia una cara que asustaba al mismo diablo. Tomas sin soltar a este bichote dijo:
- No vuelvas nunca jamás a este pueblo, ni tu, ni la escoria que te acompaña.
Cuando Tomas miro a Amparo la noto llena de vergüenza y arrepentimiento, y sin mediar palabra se alejo con su padre y su sequito.

No quiero terminar esta historia como si fuera un cuento de las mil y una noches, puesto que mi amigo Juan se unió a Maria.
Pedro murió y fue enterrado junto a su mujer y su hijo .

La unión de Tomas e Isabelita se hizo realidad, me contaron que tuvieron dos hijos.

Cuando ponemos un nombre en la arena de la playa, cuando sube la marea y lo borra yo puse en las rocas algo que jamás las olas lo borraran. Le daba las gracias a mi mujer y a mis hijos por que sin ellos no podría inspirarme en este escrito.


NOTA: Todos los nombres que aparecen en este escrito son pura fantasía mía.

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