CARTAS DE AMOR

Es muy difícil plasmar todo el amor que llevamos dentro y mas, si hay que transmitirlo al ser que amas a través de la distancia.
Como único contacto eran esas cartas que poco a poco fueron fortaleciendo nuestra unión, hasta hoy, después de cuarenta años juntos.
Aprovecho con esta carta para decir a todas las personas que tienen su amor en la distancia, que jamás se desesperen, que expresen sus sentimientos y pongan su alma en esas cartas que han de escribir cada día al ser que aman en la distancia. Es la forma, que sin querer, nos formamos como poetas.
Cartas de amor, muchas veces tan deseadas que hacían mas llevadera la dureza de la vida y las largas ausencias, aunque también, otras veces nos llenaba de tristeza al no poder contestar con palabras todo aquello que queremos decir desde el corazón y al momento.
Poco a poco esas cartas que en su inicio fueron de amistad, nos acercaron mas y mas. Nos comprometía a algo más que un pasatiempo. Momentos muy bonitos y a su vez incomprendidos por esas personas que no entendían que se podía declarar el amor a través de unos escritos. Aún sin poder mirar a la persona amada a los ojos podíamos mostrar nuestros sentimientos.
Tenía diecinueve años y poca experiencia en el amor, aún menos por cartas. Fue difícil pero encontré a la persona que me iba a acompañar el resto de mi vida, correspondiendo a mis cartas. Estas tenían que recorrer muchos kilómetros hasta llegar a nuestras manos. Fueron muchas cartas de amor, algunas te hacían sentir bien pero otras no, por que no se interpreta las letras lo mismo que las palabras, el enfado duraba poco y hacia dulcificar el amor que nos teníamos
El tiempo transcurría, y sin poder pararlo nos fue acercando mucho más, ya dentro de España. Teníamos que seguir con nuestras cartas y algunas llamadas de teléfono.
Me entristecía cuando veía a parejas juntas por las calles o esos compañeros que me decían lo bien que lo pasaron el fin de semana. Fui creando una forma de llenar el vacío de la distancia pensando que algún día llegaríamos a vivir juntos para toda la vida. Esta idea me hacia contenerme de viajar a su lado.
En cuatro años nos vimos dos veces, imaginaros que noviazgo tan atípico. En el último viaje le prometí que el próximo sería para casarnos, así fue.
Hoy todo aquello quedó atrás, volvería a pasar por todo lo vivido si es para casarme con la misma mujer.
Un día diecisiete de abril, nos casamos en Ceuta. De esta maravillosa unión, cuando estuvimos preparados, nacieron nuestros cuatro hijos que fortalecieron más aún nuestro amor.
Pronto hará treinta y siete años que estamos casados, de nuestros cuatro hijos, tenemos los cuatro nietos que son la alegría y la razón de vivir.
Quiero recordar el título al empezar a escribir CARTAS DE AMOR, basado en un hecho real vivido como un sueño que se hizo realidad.
Cuando hablo de amor, no es la suma de segundos, minutos u horas, es mas bien toda la vida. Hoy que disfrutamos de una unión mas alta de lo pensable y con una gran madurez, sin ser viejos, no queremos mirar hacia atrás, más bien disfrutar de la alegría y unión de nuestros hijos y nietos pero sin olvidar esas cartas que algunos guardamos con cariño, por que a través de ellas unieron a dos seres que vivían lejos uno del otro. El amor sincero y puro siempre triunfa, por que la distancia es geografía y no sentimientos.
Hoy después de tanto tiempo, sigue siendo mi novia. La bendición de las horas que pasábamos juntos eran tan pocas, que las de hoy las aprovechamos al límite.
He revivido miles de veces el poco tiempo que teníamos para estar juntos y también el momento de las despedidas. Ella ha conseguido que ofrezca la parte más brillante y luminosa de mi mismo. Pienso que no hubiera vivido sin esta posesión, sin este amor.
¿Cuánta gente muere a diario porque no encuentran a nadie que las amen?
QUE CADA UNO DE VOSOTROS ENCUENTRE EL AMOR CON MAYUSCULAS