Si después de un día igual a los otros, nos dijeran, este será el último viernes que te reuniras. Todos, absolutamente, todos se nos encogería el corazón y llorando, pediríamos más oportunidades para poder rectificar, pedir perdón, dar las gracias y decir muchas veces cuanto te quiero, y darles mucha importancia a la palabra amigo.
Si Dios me obsequiara con más oportunidades, escribiría mi odio sobre el hielo y le pondría el sol. Personalmente yo aprovecharía mi oportunidad. Convencería a cada mujer y a cada hombre que son mis favoritos para que vivieran enamorados del amor. A los hombres les diría lo equivocados que están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. A los niños les daría alas, pero les dejaría que ellos mismos aprendieran a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, más bien con el olvido y cuando los dejamos a su suerte en los geriátricos.
Aprendí tanto de ustedes, da igual que sea de hombres, de mujeres o niños. Inteligentes y analfabetos. Aprendí algo muy importante, que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad esta en la forma de subir y superar todos los obstáculos.
Le pediría otra oportunidad y tener un poco más de tiempo para terminar de alinear mi vida, y ser mucho más consciente de lo que vine a hacer a la tierra, y algo muy importante que en lo bueno y en lo malo, jamás defraudarlo.
Me gustaría preguntaros a cada uno de ustedes que haríais si en verdad supierais que os quedan pocas horas de vida, muchos de ustedes rezarían y pedirían una prorroga. Pedirían más tiempo hasta que los hijos fueran mayores, pediríais tantas cosas que muchas las olvidareis. Pues bien cuando esta tarde salgáis de hacer la cadena el padre os concedió más tiempo aprovecharlo por si no nos da una segunda oportunidad.
Cuando valoramos todo aquello que no tenemos, la vida se convierte en rutina y muy llena de desilusión pero en cambio valoramos lo que tenemos y aceptamos la vida tal y como viene, poco a poco vamos adquiriendo mucho más tranquilidad y equilibrio.
Cuando paséis una fuerte enfermedad no miréis hacia atrás, disfrutad de los resultados y pensad que nos da una oportunidad para ver las cosas mucho mejor que las veíamos antes de la enfermedad. Aprovechad bien el tiempo que Dios nos regala y hay que dar la importancia a las cosas cuando las tenga y no antes. Cuidaros.
Que alegría sentirse como un privilegiado al poder aprovechar tu energía y pueda dictarte mis pensamientos, mis inquietudes o poder decirle al mundo entero lo que no pudimos, o no quisimos, estando en la tierra.
Hoy tengo una especial alegría porque tus escritos están dirigidos al tiempo que les queda en la tierra y que jamás aprovechamos. Cuando estamos en la tierra, como nunca pensamos en la muerte y menos yo, que era muy joven vivimos de una manera alocada y jamás pensamos que nos puede quedar un segundo o minuto de vida. Actuamos muy mal, creemos que somos los mejores y los demás son los equivocados y no nosotros.
Cuanto me hubiera gustado haber reflexionado, pensado , perdonado y no haber hecho tanto daño. Mi historia es muy parecida a muchos seres, o así lo creo yo. Creía tenerlo todo, forme mi familia, que por ellos di parte de mi vida, pero había en mi una gran soledad, nunca supe como llenar ese vació que muchos llevamos en el alma y bien lo sabe dios que lo intente muchas veces, pero no lograba ser feliz. Había algo que me alejaba de los míos y de mi realidad.
Pero la verdad llego muy pronto, fue cruda y desmedida. Primero la enfermedad que me limito a mover un poco la cabeza, a no poder escuchar ni el gemido callado de los míos. En la fatiga que producía la lucha diaria con la muerte, quise escuchar una voz que me decía que me darían una segunda oportunidad, fue cuando mi cuerpo reacciono y en los días siguientes me fui recuperando tan rápido que ni los mismos médico se lo podían creer.
Cuando recupere las fuerzas ya no me acordaba de lo malo que estuve, creo que esto le pasa a todos. Pero no creo que les pase, lo que a mi me pasó. Olvidar la oportunidad que me dieron y volver al poco tiempo, con la misma agresividad y superioridad hacia todos y más a la familia, que en las horas bajas tanto me ayudaron. Por favor aceptar mi consejo.
Cada día cuando amanece nos dan la oportunidad de ser mejor que el día anterior, corregir todos los fallos y pensar que nadie es más que nadie, que la vida es muy corta, aprovechar el tiempo que tenéis, si sabéis administrarlo, tenéis tiempo para todos. Que Dios me perdone.
1 comentario:
tienes toda la razon del mundo,todos y cada uno de nosotros queremos ser mejores personas,no es que seamos malas ,si no que,a veces las personas de tu alrededor sacan lo peor de uno mismo,o no te pueden ver bien,hace falta que nos pongan a prueva para rectificar,aunque a veces demasiado tarde,o no,segun las circustancias.
Pero que ocurre cuando uno lo que hace lo hace a corazon abierto y los demas no te valoran o te dan lo que das,no se ponen en tu lugar nunca,te desprecian hasta los de tu propia sangre,y tu no entiendes nada,no sabes que hacer cuando lo has dado todo de tu parte y no consigues nada,solo mas desprecio,es muy triste antonio acostumbrarte a eso,yo ya estoy acostumbrada,ya no sufro,y no soy mala gente,no solo no les desearia a todos los que me han echo daño que algun dia les pase lo mismo para que vean y entiendan lo que se siente, si no que sea dios el que ponga a cada uno en su sitio y que a mi me dejen tranquila,gracias antonio por estar ahi y ayudarnos de la manera que lo haces,me encanta tenerte como amigo besitos a maruchi y tus hijos/as,que sabio eres antonio.
Publicar un comentario