lunes, 11 de febrero de 2008

EL CAMBIO

Cuantas cosas nos cambian o simplemente pueden cambiar de un minuto a otro. Esto nos hace pensar que no solamente hay un camino sino que tendríamos que ser conscientes que hay muchos mas y de forma cambiante, por esta razón no tendríamos que creer que si ahora mismo estamos transitando por uno de estos caminos y debido a una serie de dificultades nos paramos, nos deprimimos o pensamos que es el fin y no luchamos entonces, si que estamos perdidos.

Intentamos darle un sentido a nuestra vida y nos esforzamos en buscar otro camino y si este tampoco lo es, cojemos otro, porque hoy somos unos privilegiados, podemos decidir o elegir el camino que nos guste. Pero estos caminos nos llevan a situaciones muy sorprendentes y la mas importante es como cambia nuestra vida de un momento a otro.

Nuestra vida es mas bien como una rutina, los hijos, la pareja, el trabajo, los problemas se acumulan dentro de nosotros, los camuflamos con maquillaje o una sonrisa forzada pensando que mañana será mejor que hoy, pero mañana es lo mismo que ayer.

Tenemos la familia que nos llena un poco. Los hijos van creciendo. Las parejas hablan un lenguaje que nos cuesta entender porque para la depresión el mejor de los elixires es el entendimiento, la compresión y llevar a medias todo, sobretodo la educación de los hijos y mas ahora en esta sociedad que nos toca vivir.

La soledad es nuestra compañera, pero no es la física, esta todo el mundo la comprende. Pero la soledad del alma nadie la comprende por mucho que miremos o estudiemos nuestras creencias mas o menos van dirigidas a Dios que nos limpia las lagrimas, nos muestra sus manos abiertas para que nos cojamos a ellas y nos conduce a los caminos de la luz. Pero el ser humano necesita ver para creer y como el lo sabe no nos da lo que le pedimos, mas bien nos otorga lo que necesitamos y así poco a poco nos va acercando unos con otros para poder compartir las penas, las grandes preocupaciones y las pequeñas alegrías.


Para que estemos menos solos y aunque creemos muchas veces que nadie nos puede ayudar una palabra de aliento, un hombro donde apoyarnos nos ayudan a ver la vida de otro color y nos dan fuerza para seguir adelante y mas si pensamos por una vez, no en nosotros, mas bien en estos seres que nos empujan hacia arriba sin pensar en nada, solo en ayudarnos. Quiero con Este escrito contar una historia.

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