lunes, 11 de febrero de 2008

PEOR QUE LA MUERTE

Nunca quise escribir ningún testimonio de las personas que, a lo largo de mi vida, fui escuchando, pero hoy hago una excepción, porque son tan naturales los casos que en esta sociedad se están dando, con tantas separaciones. Me comentaba una señora que hay algo peor que eso, peor que la muerte, la perdida mortal de los que siguen vivos.

Esa mujer me dice que perdió a su marido. Vivió felizmente con él durante muchos años y ese es el consuelo, el recuerdo de una vida compartida. Claro, pero yo no tengo ni eso, mi marido vive, pero es como si para mi hubiese muerto, esta con su madre y no quiere saber nada de mi.

Sí, la muerte física es algo duro, tremendo, pero esta otra muerte te seca el corazón, aunque estemos vivos es muy difícil el consuelo. No recibimos pésame, no vestimos de negro, pero que solos nos sentimos y estamos vivos y sufriendo, tal vez hasta el final de nuestros días. Pero no merecemos el dolor ni la compasión de los amigos, ni el consuelo que suelen dar cuando un ser querido se muere, muerte que en mi caso es doble, porque tras su padre se fue también mi hijo.

Un día se caso sin avisarme siquiera. Recuerdo la lucha para esos estudios de los que ahora vive, esas noches sin dormir y esa dura pelea, que es por lo que se fue, en la que me acusa de su infancia triste por las desavenencias entre sus padres. Me acusa a mi y compadece a su padre. Él sabe que fue siempre un hombre sin carácter, un pobre hombre sin voluntad. Por eso no entiendo que mi hijo en vez de compadecerse de mi, me acusa porque recuerda que era yo la que gritaba, la que mandaba y ve a su padre acobardado, siempre con una copa de mas, quizás por mi culpa porque yo le exigía mucho, mas trabajo, mas personalidad, mas inteligencia, mas de todo.

Y así es como hoy estoy sola, porque la muerte no llamo a mi puerta, aunque los puños ensangrentados de dolor golpean la tapia del misterio gritando. Porque esta vida es tan dura para mi?.

¿Qué contestar en dramas como este? Como se puede consolar? Porque sabemos ciertamente que la muerte física es menos cruel que muerte del amor.

Pues hoy, con este escrito, quiero responder a esta mujer y al mismo tiempo recordar que mis escritos y palabras no van dirigidos a nadie. Lo que para mi me parece claro es no buscar soluciones serias, ponerse a juzgar quien tuvo la culpa. Remover el pasado es inútil. Uno debe examinar su conciencia, y realizado este paso no volver la cabeza atrás.

También no parece positivo llenarse de preguntas amargas, puesto que hoy no tienen respuesta. La única pregunta que ahora tendría sentido es ¿queda alguna posibilidad de reconstruir este amor? O ¿podemos conservar una amistad que permita la convivencia o el vivir sin rencores?. Se de sobra que un amor roto es tan difícil de recomponer, como un jarrón hecho pedazos. Sobretodo cuando el tiempo ha ido congelando las heridas y endureciendo las posiciones. Solo un milagro o un prodigio de mutua virtud puede componer ese destrozo.

Que el buen dios ponga sus manos sobre todas las parejas.

1 comentario:

silvia dijo...

Hola soy silvia y estoy de acuerdo con usted sr.Antonio cuando te pasa estas circunstancias tan dolorosas con tus hijos es mejor no hacerse preguntas, porque lo unico que consigues es torturarte el alma,algun día su hijo se dará cuenta o el día que el tenga sus propios hijos, bueno yo no tengo hijos pero hablo por mi madre que luchó con uñas y dientes para sacarnos a delante he incluso enfermó y ahora mis hermanos no quieren saber nada de ella.
Pero como un día me dijo usted sr.Antonio hay que seguir caminando.