lunes, 11 de febrero de 2008

EL DIRECTOR DE LA VIDA

A diferencia de muchos, el no se quedaba en su oficina, cada día bajaba y se preocupaba de sus gentes, no solamente por los pequeños problemas, sino también por los grandes y mas enfocados a la enfermedad, a la muerte, la depresión, la desunión de las familias. Este ultimo era, de siempre, su gran preocupación , esta era una de las razones por la cual quería tener a sus gentes como el decía, unida. Tenia puesta las esperanzas en la juventud, aunque veía que no tenían paciencia y poco o nada se aguantaban, le estábamos prometiendo muchas cosas que jamás se cumplían y mas las letras que les estamos dejando que difícilmente podrán pagar.

Pero la humanidad o parte de ella se acomoda o dependen de los demás. Y así se creo una dependencia a este director. Todos los días esperaban que bajara para, según ellos, darles ese empujón para empezar el día y así poco a poco se fueron acostumbrando. Dejaron de luchar porque había alguien que les guardaba la espalda. Mal habito o costumbre que cogen los seres humanos en la tierra. Esta empresa era tan grande y con tantos trabajadores que la llamaron TIERRA.

Un día el director los reunió a todos y les comunico que tenia que ausentarse. Todos los trabajadores, desde el mas joven al mas viejo, se miraron sorprendidos con ese tinte de miedo, al pensar que se iban a quedar huérfanos, sin nadie que los escuchara, que les diera ánimos o alguien que era el motivo por el que vivir.

Y así fue como muchos de esta empresa llamada tierra se quedaron en sus puestos de trabajo sin saber realmente lo que había que hacer. Otros cojieron caminos hacia la nada, otros se perdieron por el camino porque quisieron llenar ese vacio o ausencia con el alcohol o drogas. Otros rezaban para que volviera, pero como no les daba resultado, se aburrieron. Pero muchos de ellos comprendieron al gran director y el mensaje que cada día les quería transmitir, porque no se acogieron a la fe mas bien a entender el camino, comprendieron que el nunca se iría siempre lo llevarían en sus corazones.

Y la enseñanza que nos dio teníamos que ponerlo en practica. Caminar con fuerza, humildad, coraje, para la enfermedad, serenidad y comprensión para la furia, el perdón para el odio. Y para que podamos comprender que cuando no jubilemos de esta empresa llamada tierra trabajaremos de forma muy diferente en la sucursal del cielo pero con el mismo director.

1 comentario:

Anónimo dijo...

sr antonio me encanta leer sus relatos en cada uno de ellos me identifico un poco es usted una persona muy especial y si no es dios roza su parecido. desde que estube en su casa no pasa un dia que no me acuerde de usted y aunque se que soy el menos indicado para ir a molestar a su casa con mis problemas porque leiendo sus relatos mis problemas que yo veo enormes se van haciendo enanitos por eso lo de molestar aunque se que a usted nadie le molesta es usted un santo le agradezco el que la vida me haiga dado la oportunidad de conocerlo tu amigo que te pidio un abrazo te admiro gracias .