Los mas viejos nos hablan del tiempo pasado, que era mejor que este, creemos que cada uno habla ahora por la edad que tienen, queriendo olvidar o no querer acordarse de que nunca pudieron comprar la libertad y esconder el miedo.
Muchos de los que hoy hablan son los mismos que hablaran cuando lleguen a su vejez, porque antes, lo mismo que ahora, todo el que tenia la vida resuelta, aquellos que estaban en el poder, los que tenían las despensas llenas, los patrones que emplean el látigo y el miedo porque sabían que nadie se revelaría contra ellos.
Preguntémosles a aquellas familias que no tenían nada, cargados de hijos, sin poder darles nada para comer, robando en los sembrados de trigo, de patatas etc. pero con mucho miedo porque si eran sorprendidos los molían a palos.
Por supuesto que era una vida mejor, sus hijos tenían ropa para cambiarse en las diferentes estaciones, para el frío, calor o incluso lluvia. No como esas familias que solo tenían, por herencia, un pantalón remendado con mil hilos de impotencia y rabia.
Podían estudiar lo que querían, a los demás aunque eran mas inteligentes no les daban ninguna oportunidad, tenían que hacer, desde muy pequeños, las tareas como si fueran mayores.
Quiero aprovechar el canal de luz de este hermano para contar mi humilde historia, la cual es igual que la mía, pudo ocurrir en cualquier punto de la España que un día me vio nacer.
Era el segundo de cinco hermanos, completaba la familia mis padres y mi abuela, la cual era una mujer que de todas las cualidades que tenia, la que mas resaltaba era su humildad, su silencio y que todo para ella siempre estaba bien. Mi madre me contaba que eran muchos hermanos, tenían tierras, ganados y casas. Pero un buen día su padre se lo jugo todo a las cartas, dejándolos en la mas cruel ruina, costándole la muerte a su madre, que mas tarde por diferentes causas le siguieron sus hermanos quedando únicamente ella, pequeña de cuerpo, pero con una fuerza física y moral fuera de lo común.
Para hablar de mi padre tengo que respirar muy hondo por sentirme orgulloso de él, pero al mismo tiempo una gran tristeza y mucha rabia contenida de cómo lo trataron, pagó y pagamos la herencia que les dejo sus padres, salpicándonos también a nosotros, que tuvimos la gran suerte de tener unos abuelos que no comulgaban con el régimen, la política y religión de aquel tiempo.
Mis abuelos paternos.
Tomas y Encarna: dos seres maravillosos que lo demostraron no solamente con su cariño hacia mi, el poco tiempo que disfrute de ellos, mas bien para sus hijos, vecinos y todo aquel que llamara a su puerta, jamás nadie se fue con las manos vacías. Pero como en todas las sociedades, con sus épocas, marginaban a los mas buenos con un ataque tan cruel que lo van pagando de generación en generación, todos los culpaban pero jamás nadie supo porque, quizás su único crimen fue que no podía ir nadie de la familia a esa misa obligada de cada domingo, pero según mi madre no era por no creer sino porque tenían muchas obligaciones, no podían dejar a sus animales, eran los únicos que les podrían alimentar. Los criticaban, se apartaban de ellos incluso cuando se cruzaban por la acera se apartaban y el domingo quedaban muy bien ante el cura, principal iniciador de todo estos ataques.
Todas estas personas son las que hablan hoy y dicen de que ayer era la vida mejor que la de hoy. Ellos nacieron en la abundancia, no como yo, no tenían falta de nada. Cuando llovia mis únicos zapatos era unas tiras de goma. Esto no me importaba, mi rabia era de sus crueldades cuando se reian de nosotros, en particular el hijo del medico que era de mi misma edad. Recuerdo con impotencia que él y su hermana mintieron a sus padres de que mi hermano pequeño les habia robado unos juguetes. Sus padres, muy enfadados, se enfrentaron a los mios trajeron dos testigos, mudos pero impracables, eran los dos guardia civiles que siempre les acompañaba. Mi hermano recibió un severo castigo hasta que se demostró que todo era mentira. No recuerdo que vinieran a pedirnos disculpas, según ellos eramos unos desgraciados.
Llegó el día de la fiesta mayor, todo era alegria, menos para las familias que como la nuestra no teniamos nada. Nunca comprendí que teniendo menos que ellos, la fiesta que haciamos cuando conseguiamos cambiar el menú que cada día era el mismo, es decir, un puñado de bellotas o hierbas del campo. Con estas hierbas mi abuela Ana hacia unas sopas que con su olor hacia acercarse a mas de un vecino, creyendo que teníamos los mejores manjares. Eramos muy felices, por lo menos estábamos unidos, dicen que la miseria hace unir mas a las familias porque no hay egoismo ni la competencia que tienen los ricos.
Pero la felicidad de los pobres esta limitada, igual que sus recursos. Uno de los días que teníamos que recolectar hierbas, mi abuela nos acompañaba siempre, pero este día no pudo venir, no se encontraba bien, asi que fue mi madre la que se puso al mando de su pequeña tropa compuesta por mi hermano, el mayor, el tercero y las dos mellizas de siete años y por supuesto yo.
Mi madre también era una experta en conocer muchas variedades de hierbas pero mi abuela la superaba con creces. Pero como todos los niños muchas veces imitan a los mayores y no preguntan, actuaron por su cuenta y riesgo, comiendo de unas hierbas muy venenosas que les causaria la muerte varias horas mas tarde, sin que los contra veneno que preparaba mi abuela les hiciera efecto. Una nueva tragedia después de tantas. La gense te entristecio mucho por lo ocurrido pero nadie se acerco para decirnos si nos hacia falta algo, unicamente los mas pobres como nosotros.
Hoy que puedo hablar, tengo la completa seguridad que hay mas solidaridad en los marginados que en los ricos. Y asi con estos pilares de tristeza, hambre y soledad, viendo el deterioro de mi familia y sin poder evitarlo fui creciendo.
Cuando contaba dieciocho años era un buen mozo, aunque careci de mucho alimento, no fue impedimento para estar fuerte, esto fue lo que me abrio la puerta para encontrar mi primer empleo como leñador, siempre claro estar fuera del pueblo porque en el nunca habia trabajo para mi. Empecé a ganar mi primer sueldo, que llegaba a casa como llovido del cielo, con el tiempo pude colocar a mi padre como vigilante fue para el como un regalo del cielo porque con tanto arrinconamiento, tanta pena, dejo de tener ilusion y que es mas fuerte las ganas de vivir. Me dio la sensación como si de pronto hubiera rejuvenecido veinte años. La abuela Ana tenia varios condimentos para agregarle al caldo, dejando para los animales las hierbas.
Mi madre, que puedo contar de ella, pues que era una mujer que después de tanto sufrimiento, aun era muy guapa, siempre pense que de joven tendria que haber sido una virgen con su pelo largo, aunque no era muy alta tenia una forma graciosa de andar, como si fuera una bailarina de ballet. Me contaba que de pequeña tubo que trabajar mucho, y que pese a que paso mucha hambre nunca fue debil, porque en todos los tiempos siempre ocurrio lo mismo, los patronos creian que porque nos daban trabajo teniamos que obedecer en todo, como si fueramos esclavas. Se dieron muchos casos de abusos que quedaban silenciados, pero que se comentaba que habia muchos niños que no sabian quienes eran sus padres. Comprendi que siempre pasaria mientras no hubiera una justicia igual para todos. Como decia el gran pensador que “cuando coma el cordero con el lobo en la misma mesa el mundo cambiara”
Muchas veces cuando le preguntaba como conocio a mi padre, los ojos le brillaban con una luz especial. Me contaba que no eran del mismo pueblo, pero eso no impidio conocerse. Ella nunca salía, fue él el que vino al pueblo. En aquellos tiempos no habia tantas maquinas como hoy teneis en la tierra, debido a esto se formaban cuadrillas de segadores que iban de pueblo en pueblo. En una de estas iba mi padre, me decia que era el mas guapo y muy alto, creo que tenia mucha razon, hacian una bonita pareja.
Aun hoy siento sus risas cuando me contaba lo timido que era mi padre, le costo una eternidad declararse. Pienso, que como se comportaban, tendrian que quererse mucho, porque de este amor nacimos los cinco.
Mi padre, como comente antes, era muy alto y fuerte, tenia muchas virtudes, entre ellas destacaba su humildad, jamás le vi enfadarse por nada, bueno si, aquella vez que le mordio el perro del vecino, pobre animal, lo confundio con un ladron. El enfado le duro muy poco al minuto se reian mi madre y los vecino, no creais aunque se reian sabian que tenia muchos motivos para enfadarse, pero el siempre decia, nunca lo olvidare, que Dios estaba arriba y lo veia todo.
Te doy las gracias, amigo mio, por darme la oportunidad de contarte mi historia, bueno mi vida, aunque son momentos puntuales no quiero ser pesado ni cansarte, se me lo permites voy a continuar dejando atrás lo que le ocurrio a mi hermana mayor y al que iba detrás de mi, merece la pena contarlo, porque todo no eran penas, como te digo amigo, mi hermana mayor se caso con el capataz de donde trabajabamos mi padre y yo, un buen hombre que la hizo muy feliz. Era muy querido por mis padres y por todo nosotros. A la unica que no le hacia gracia era a la abuela Ana, porque nunca le gusto los hombres con barba, decia que parecian osos, pero sabiendo como era la abuela, lo tubo que querer y mucho, sobretodo cuando cogia a sus bisnietos en brazos.
Mi hermano tubo mas suerte porque no puedieron marginarlo, era mue inteligente. Atraves de un industrial maderero se le facilito la entrada en la universidad, sacando dos carreras a la vez, ingeniero de caminos y doctorado en derecho. Dicen que defendio a muchos pobres que le habian quitado sus tierras por el metodo del miedo. Tambien defendio al hijo de nuestro vecino, que igual que a el, lo habian acusado de robar ovejas a los hijos del cacique del pueblo. Me comentaron que era tan bueno, que donde se metia todos los ganaba, le tenian tanto respeto y cariño que se gano el apodo del “bueno”.
Esta es en grosso modo mi historia, faltan muchisimas cosas pero quiero decirles a todas las personas que dicen que el tiempo pasado fue mejor que disfruten hoy en dia, que antes de hablar lo comenten con sus abuelos o aquellos ancianos que quedan en los pueblos de vuestra españa.
Tengo que reconocer que hoy en dia todo es muy diferente, porque no les falta de nada, han convertido la libertad en libertinaje. No hay respeto, quizas antes habia mas hacia los ancianos, les tenian mucho cariño. Jamás los metian en ninguna institucion, pero de esto no tiene la culpa nadie es solamente la evolucion de la sociedad equivocada donde vivis. No hay tiempo para nada, quereis que, lo que antes hacia vuestros padres, educar a sus hijos, lo hagan hoy en dia lo maestros o tutores, incluso los ancianos, aquellos que no tenian nada, recibian mas cariño que los de hoy que creen que por tener la paga o euros en el bolsillo pueden abasallar o comprar el cariño de hijos y nietos.
Antes al no tener eramos mas nobles y aguantabamos mas, hoy nadie aguanta a nadie. Os quejais por todo y vuestras metas son unicamente competir y almacenar mas cosas materiales, creyendo que asi sereis mas valorados o respetados. Pero lo unico que estais consiguiendo es no vivir, cada vez la hipoteca esta creando mas y mas dolores de cabeza, causante del extres, la desilusion, puerta abierta a la depresion.
Para finalizar mi capitulo de los 18 años. Mi trabajo junto con mi padre iba cada vez mejor, al estar el marido de mi hermana, me daban las mejores faenas. Asi transcurria mi vida llena de alegrias y mas viendo que las personas del pueblo empezaban a dirigirnos la palabra, no se daban la vuelta en la acera cuando nos veian, esto era lo que mas deseaba, que respetaran a mis padres. Poco a poco la normalidad en nuestra vida estaba dando pasos agigantados.
De mis amores, poco o nada, tengo que contarte. Una amiga aquí, es una novia de dias alli, pero nada serio, aunque tengo que decirte en honor a mi que me gustaba las mujeres y mas las del pueblo de al lado. Mis amigos me decian que la hija del medico estaba loca por mi, pero nunca hice caso era una pieza muy valorada por mi.
Hablemos de cosas mas serias. Cuando iba a cumplir veinte años, las emisoras de radio difundia malas noticias con movimientos de tropas en todos los cuarteles, los mas ancianos que eran los sabios hablaban de una España que seria dividida por estar al borde la miseria y no se equivocaron, no sabemos como empezaron a movilizar a todos los jóvenes de mi edad, muchos por enchufe, por dinero, o recomendaciones, se libraron, pero como era una posible guerra, no importo la influencia que tuvieran fueron buscados.
Cuando nos reunieron de todos los pueblos y capitales eramos mas de cinco mil, recuerdo que coincidimos muchos de mi pueblo, aquí si que no habia distinciones, todos eramos iguales, pero ellos aun mostraban esa absurda superioridad. Pense las palabras de mi padre que Dios los perdone.
Pero la vida desde que nacemos vamos creciendo sin saber que lo que no espera asi fue que de pronto me encontre ne medio de una guerra absurda, viendo como peleaban hijos con padres y padres con hermanos. Conforme nos iban adiestrando o aprendiendo a disparar nos destinaban a los diferentes frentes, asi fue como me encontre en Zaragoza, yo que nunca habia salido del pueblo. Todo era sorprendente, las casas, los coches, el rio tan inmenso, mucha gente.
Era como un sueño del que no queria despertar. Pero desperte bruscamente, cuando a 50 y a mi nos llamaron para que nos presentaramos a la maxima autoridad militar del cuartel. No se si fue por casualidad, pero muchos eramos del mismo pueblo. Se rompio, quizas por miedo o duda, todas las barreras que nos desunian y empezaron los saludos y la camaderia, incluso después de dudarlo mucho me hablo hasta el hijo del medico, con su gran timidez mezclada con arrogancia. Pero me pego un latigazo el corazon cuando se acerco a mi y me deposito algo en la mano, cuando mire era la foto de su hermana, no me dijo gran cosa, solamente que la guardara.
Asi sin mas nos destinaron a todos al frente del Ebro. Cuando las cosas nos las sabes, ignoras si estaran bien o mal, pero lo que teniamos que pensar era que no ibamos de vacaciones y asi fue como comprobamos que no era ningun juego, era muy duro, muchos desertaban, morian de frio, pero los que nunca tuvimos manta para taparnos. Es como si dios nos preparara antes de tiempo para que podamos soportar estos fuertes momentos.
Al contrario de algunos de mis paisanos acostumbrados a la buena vida y a los buenos manjares no soportaban comer las sardinas en latas de dos dias, muchas veces sin pan, quizas estas cosas, la falta de higiene, para aquellos que estaban acostumbrados a tener su cuarto de aseo, le era totalmente difícil. Pero los que no lo tuvimos y haciamos nuestras necesidades en pleno campo, no era diferente. Pero cuanto nos puede cambiar la vida, antes no es que les tuviera odio, era mas bien rabia e impotencia, verlos en el pueblo tan altaneros, tan orgullosos. Quizas hoy comprendo que la culpa no era de ellos, porque muchas veces jugaban con nosotros, mientras que sus padres no los viera. Para mi la culpa era de ellos y no de sus hijos, se creian ayer y hoy de una raza diferente. La vida es un rodillo que lo mismo estas abajo que da vuelta y vuelta y estas arriba, pero eso no se piensa hasta que no llega el momento.
Esto fue lo que les paso a muchos de mis paisanos, llego a darme verdadera lastima, lo que nunca han hecho por mi lo hago yo por ellos. Les ayudo en todo lo que puedo, con esto no quiero decir que sea un santo pero muchas veces si perdonamos la vida es menos dura y mas si enterramos el pasado hay una frase que un dia lei y que nunca olvidare, decia mas o menos asi “piensa hermano que el camino esta empezado pero aun no esta terminado”.
Dicen que el miedo nos hace mas cobarde o incoscientes, para pasar al verdadero valiente que todos en algun momento sacamos.
Creo que esto fue lo que le paso a uno de mis mejores amigos, el hijo del barbero. Crecimos juntos en el mismo pueblo, lo defendia de aquellos que siendo mas fuerte que él, era el que se llevaba mas palizas, quizas por su constitución fisica. Era el clasico niño que le temia a todo, nunca lo vi jugar a ningun juego fuerte, llegaron a llamarle cruelmente “la muñequita”.
Pero la vida nos depara muchas sorpresas porque aquí cambió por completo, desde el primer momento, se gano el respeto de los compañeros y la admiración de los mandos. No habia combate que se arrugara, siempre iba hacia delante, especializandose en los combates nocturnos. Cuando fue condecorado la noticia corrio como la polvora por el pueblo, lastima que su padre no viviera, porque el tambien participa en las risas de los demas y en algunas creaciones. Le llamaba mi hijo el cobarde. Date cuenta amigo como puede cambiar nuestras vidas, pero no preocuparse esto paso y pasara siempre en todas las epocas. Antes lo persiguen, lo torturan para mas tarde hacerlo santo o heroe.
Cuando contaba 22 años, dos de ellos de guerra, todo transcurria con cierta monotonia, combates en cada avance, muchos muertos en ambos bandos, en una guerra que todos pensaban que era absurda. Cada vez habian mas desertores que huian a Francia. A mi nunca se me ocurrió tal cosa, no seria capaz después de haber visto a mis amigos morir.
El día antes de tener que dejar la tierra, fue un día triste, hasta el cielo se contagio. Era de esos días con niebla, con mucho frio, como si alguien se hubiera dejado la puerta abierto del rio Ebro. Mis pensamientos me llevaban a mi niñez, a los momentos duros, a la muerte de mis hermanos pero también a muchos momentos felices y con estos pensamientos llegó la noche, no fue mi aliada porque no puede dormir. El amanecer nos dejó al descubierto y sin previo aviso nos atacaron por sorpresa, fue una verdadera carniceria, ví muchos amigos muertos, entre ellos al hijo del médico al que tuve que socorrer, su herida era muy grave, antes de fallecer lo único que escuche de su boca fue grácias amigo.
Mi furia fue tal que pensé más con el corazón y no con la cabeza, es un pronto que tenemos los seres humanos, me lance hacia delante queriendo encontrar en la bruma del amanecer a los culpables. Lo único que no ví era que la muerte jugaba conmigo al escondite.
Desde ese momento fue cuando conecte contigo, se que no te sorprendera esta historia ya que tu mundo, es el mundo donde nosotros descansamos, llevándonos nuestras historias. Se que será muy difícil que los demás lo comprendan como tú, pero se que este mensaje que te mando lo leera mucha gente porque eres de las pocas personas que comparte tu enseñanza con los demás.
Donde estéis poned un clavel rojo para todos los soldados desconocidos que murieron en una guerra que no era la suya. Y pensad que todos los tiempos son buenos según como lo viváis.
Mis recuerdos para mis padres, mis hermanos, mis abuelos, mi abuela Ana pero quiero dedicar este escrito a mis amigos.
Juan, hijo del barbero
Agustin, hijo del medico
Andres, hijo del carpintero
Benito, el pastor.
Y por último a mi mejor amigo Bautista que jamás supo quien eran sus padres.
Para terminar quiero pedirle a toda la juventud que sepan conducir a los que quieren la guerra, para que jamás tengan que morir gente inocente y si tanto les gusta que vayan ellos solos y sus hijos.
SALUDOS
miércoles, 9 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Antonio, ¡qué gran verdad!
Soy maestra y amiga, y cada día me enfrento a situaciones, aunque muy diferentes a las explicadas en Tiempo pasado,por el entorno que nos envuelve,no se deja de caer en los mismos errores: donde los valores principales como el respeto, el amor, a considerarnos iguales al mismo tiempo que aceptamos que somos diferentes, que no poseemos la verdad absoluta y, que podemos encontrar tantas verdades como seres humanos hay...han desaparecido, o me gustaría creer, que está dormitando. Qué debemos hacer llegar a estos jóvenes estos pensamientos, Antonio con tu voz, yo con mi humilde aportación en clase, pero quitar esa venda de los ojos, que por desgracia, muchos padres han ayudado a construir... Me niego a tirar la toalla...aunque a veces me desespero...pero creo que, con tan solo uno de ellos , que sea capaz de ver su luz interior, su espiritualidad a pesar de aquello que le envuelve...me sentiré feliz.
Gracias, Antonio, por ayudarme a quitar retales de mi propia venda.
Mil besos!!!
Verónica
Leyendo estos relatos me haces pensar en que tienes toda la razon. Hoy en dia la gran mayoria de gente joven y digo mayoria porque no se puede englobar a todos, solo pensamos en lo que tenemos y lo que queremos tener y si hay otro que tiene mas le tenemos cierto recelo por tener mas que nosotros. No sabemos valorar lo que la vida nos da tambien creo que a veces mucha parte de culpa la tienen los padres por no saber educar a los hijos porque piensan que contra mas das mejor y asi hacen que se vuelban mas materialistas. yo me doy cuenta conforme voy cumpliendo años de que el mundo esta cada vez peor no hay respeto por nadie ni por nada y todo el mundo vive la vida a su rollo dandole igual si hace o no hace daño a los demas con tal de conseguir su objetivo.En breve sere madre y espero saber educar a mi niña como mis padres han hecho conmigo com mucho amor y humildad.
Muchas gracias Amigo Antonio por ayudarnos y estar siempre hay.Ojalá siempre hubieran personas como tu para guiarnos a coger el camino correcto y poder hablar y que nos escuchen. Un millón de Besos para ti para Maruchi y tu familia. Hasta pronto.
Publicar un comentario