domingo, 24 de abril de 2011

Muchas veces me he preguntado el valor de lo que significaba viajar a Lourdes; quise intentarlo muchas veces pero no era por falta de fe, más bien por una enfermedad que me ancló en vida y segó un poco mi juventud. Hoy he tenido la gran suerte de viajar en los corazones de estos hermanos que han hecho posible pasar de un sueño a una realidad. Quiero pediros que no estéis tristes y menos en estos momentos que demostráis algo tan importante: Cómo formar una gran familia. Una paloma joven no puede volar si sus alas no están fortalecidas, y eso fue lo que hice, fortalecerlas para cuando llegara el momento de volar y volar hacia el padre, que es dónde estoy en estos momentos, sed fuertes en las circunstancias o anormalidades que la vida os ponga por cumplir; estad siempre unidos como habéis estado en la cadena que habéis hecho en honor de tantos enfermos y de personas que como yo han dejado la Tierra, no preocuparos, que poco a poco le daré a mi familia fuerza para comprender, luz para entender y amor para compartir. Gracias hermanos por la ayuda a mis padres y a mí.

Olivia.

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